En ausencia de solidaridad social y de sentido de pertenencia a la comunidad, la religión podría volver a llenar un papel reconfortante y unificador. Pero, ¿qué clase de religión es esa, y qué tipo de doctrina la acompaña? (Si es que la tiene). El orden existente, el capitalismo neoliberal, es escoltado por el individualismo y el atomismo, pero, ¿es posible que crezca y se establezca de este atomismo un nuevo "holismo", una especie de compasión universal?
Quizás el énfasis en el "sí mismo", el "yo individual", junto con la necesidad de pertenecer, la necesidad de ser parte de una comunidad, esté empujando a las personas a una corriente creciente de gente que se ve a sí misma parte de un movimiento significativo, parte de algo más grande que el propio individuo. Algo que se conoce como la Nueva Era.
Dentro de ese marco, el individuo podría solucionar la contradicción que surge entre el imperativo neoliberal de un individualismo posesivo y competitivo, y la abrumadora necesidad de comunidad; entre la definición del "yo" superfluo y consumidor del consumismo, y la necesidad de significado en la vida. Tal vez cuando el individuo elige esta nueva espiritualidad ofrecida en el mercado, o en el llamado "supermercado espiritual", de hecho esta satisfaciendo el imperativo de ser un individuo emprendedor, que sabe como portarse en el mercado libre, y al mismo tiempo también responde a su necesidad de significado trascendental.
Si es así, puede ser que la Nueva Era proporcione un terreno fértil para el crecimiento de una espiritualidad ecléctica, no una religión, sino una espiritualidad que es a la vez individual y universal. ¿Quizá sea el momento de abandonar la idea de la dualidad y en su lugar reconocer la idea de la simultaneidad?
¿Qué es la Nueva Era?
Durante las dos últimas décadas ha crecido en todo el mundo un movimiento, o de una subcultura, conocida como la Nueva Era. Grupos de gente en países occidentales adoptan filosofías, sabidurías, o prácticas religiosas del Lejano Oriente, como el budismo, y/o prácticas de meditación como la Vipassana, Mindfulness o yoga. La corriente de la Nueva Era contiene una variedad ecléctica de creencias y de prácticas que se diferencian de las religiones tradicionales.
Entre otras cosas, se llevan a cabo sesiones de curación, talleres, seminarios, conferencias, cursos y rituales. La Nueva Era hace hincapié en el optimismo y en el pensamiento positivo, en la compasión y en el amor universal; pero al mismo tiempo se refiere al individuo como un eje central, haciéndolo único responsable de su desarrollo y de su realización espiritual, de la realización absoluta de ese potencial propio, y así también de la transformación trascendental del mundo. La mentalidad del movimiento eleva al individuo a la altura de autoridad suma, de auto-conciencia absoluta, actuando así como un faro, una brújula, como la autoridad suprema que dicta la acción.
Este movimiento en el mundo occidental no surgió en el vacío, sino en un contexto histórico donde el capitalismo neoliberal es el entorno económico, social y cultural. Se puede entender al neoliberalismo como la forma en la cual las relaciones entre el Estado, por un lado, los individuos, las empresas comerciales y los mercados, por el otro, se deben construir. Esta estructura implica una ideología que afecta profundamente la vida del individuo.
La ideología neoliberal contemporánea hace hincapié en la responsabilidad personal, más allá de cualquier influencia que pudiese tener en el estado individual la estructura socioeconómica. Por lo tanto, el individuo se compromete a actuar como una unidad de autorregulación, a ser un jugador financiero independiente, un dispositivo autónomo de auto-mejora. En el mundo occidental, el movimiento de la Nueva Era es aceptado por la corriente principal casi naturalmente, ya que adopta la lógica del mercado y la premisa básica de la responsabilidad personal exclusiva; pero, al mismo tiempo también ofrece una alternativa espiritual.
¿Cómo podemos entender la compasión universal, de la cual se apropia el concepto de la Nueva Era, en el contexto de elevación de "yo individual" como la autoridad suprema?
Las ideas del movimiento de la Nueva Era hablan de unidad. O sea, todo lo que existe es parte de una unidad en la cual todos estamos conectados. El principio básico de la Nueva Era es que todos somos uno, o que todo resulta en uno. Esto se puede entender como una mirada integral, que llena las necesidades más profundas del ser. Por ejemplo, la necesidad de conectar con la esencia espiritual, con la verdadera naturaleza. El argumento es que la espiritualidad del "yo interior" se encuentra sellada en el orden natural de las cosas (como un todo o como una individualidad), y que esa espiritualidad interior es la clave para progresar hacia una vida mejor. En otras palabras, es la llave que abre la transición desde todo lo que es malo en la vida hacia todo lo que es bueno.
Así, el movimiento apoya a organizaciones que promueven una visión "Green" (verde-ecológica) en diversos campos, como el medio ambiente, la tecnología, o la política; y busca la creación de una única religión unificadora. La visión "verde" y la promoción de la idea de preservar la naturaleza y el medio ambiente se conectan, por ejemplo, con el amor de la naturaleza del budismo. Algunos partidarios de la Nueva Era sienten solidaridad con todos los seres vivos, compasión y responsabilidad universal por todo lo que vive, en correlación con el budismo (Budismo Zen).
Pero no sólo la idea de unidad y de "somos uno" son la base de la Nueva Era, sino también una especie de individualismo, o de coronación del "yo individual". El marco conceptual incluye la transferencia de la responsabilidad de casi todo, y casi por completo, al yo privado e individual. Individuos influidos por las ideas de la Nueva Era estarían dispuestos a asumir la responsabilidad de acontecimientos que otras personas creerían más allá de su control. De acuerdo con esta forma de pensar, incluso aquellos que son víctimas de violencia, pueden considerarse como individuos que "anhelaban" pasar por esas experiencias.
Bajo ese pensamiento, se podría entender que el gobierno indiscutido del "yo individual" indica una idea del "yo" perfecta e invulnerable. Sin embargo, la ideología asegura que el yo es divino, pero no es perfecto. El individuo es imperfecto, fallado, y está obligado a mejorar. Para "arreglar" el yo, y superar sus fallas, es necesario regresar al compromiso con el ser interior. El re-enlace interno profundo implica el rechazo del mundo social amplio. Otras personas, grupos o individuos, son innecesarios para la tarea central de autodescubrimiento.
Aunque ciertos partidarios dentro del movimiento New Age, adopten el sentido universal de la responsabilidad con todo lo que existe, en conformidad con la mentalidad budista, el "uno mismo" es todavía un ente sagrado, y es visto como una entidad independiente. Los New Agers creen en el monismo (todo es uno), y en el panteísmo (todo es Dios). En consecuencia, cada individuo es considerado un ente divino, o incluso es considerado como Dios mismo. Los miembros de la Nueva Era creen en la autonomía del ser humano, en la cual cada ser humano es en esencia un ser espiritual. La autonomía también consiste en la creencia de que la moral es relativa.
Desde su responsabilidad personal e independiente, el individuo se mueve de acuerdo a la lógica del mercado, es responsable de sí mismo y elije su identidad religiosa, o su pertenencia a una u otra comunidad religiosa o espiritual, en el "supermercado espiritual" que le ofrece el mercado libre.
Pareciera que se pudiesen encontrar puntos en común entre las ideas de la Nueva Era y las ideas neo-liberales. Como se dijo antes, el neoliberalismo no es sólo una estructura económica organizadora, sino también una ideología que tiene lugar en la transferencia de la responsabilidad del Estado al individuo. Mientras que el Estado garantice el mercado libre, el individuo es considerado el único responsable de su bienestar, de sus éxitos y fracasos. De acuerdo con el concepto, la capacidad del individuo para convertirse en emprendedor determina sus condiciones de vida, y no las características estructurales del sistema.
En la ideología neoliberal también hay una suposición de que los puntos de vista morales, los valores individuales, son los apropiados sólo cuando el jugador, el individuo, es capaz de funcionar independientemente en el mercado competitivo. Como parte del sistema neoliberal se produce la individualización de los problemas sociales.
La elevación del "yo individual" a la parte superior de la pirámide, es un ideal compartido por la Nueva Era y el neoliberalismo. El ser es el único responsable de las consecuencias de sus decisiones. Por lo tanto, en el neoliberalismo, la intervención del Estado en los asuntos individuales es vista como perjudicial para el equilibrio natural del mercado, así que el Estado debe abstenerse de interferir. Como parte de la idea, la única meta legítima del Estado es servir a la protección de la libertad individual, especialmente la libertad de mercado y del libre comercio.
Sin embargo, el neoliberalismo, cuando habla del "yo individual", no lo aborda como un "templo", no habla de la interioridad de la espiritualidad humana, de nuestro ser interior, o de la necesidad de conectar con una naturaleza interna, sino que aborda el juego económico como su "templo".
Al observar el capitalismo neoliberal occidental, se puede identificar a la cultura de consumo, que se desarrolló en la modernidad, como la forma dominante también en la actualidad. El status quo neoliberal pone énfasis en el consumo veloz de placeres transitorios, a menudo comprados con dinero. La cultura de consumo crea constantemente al "yo" por medio del acceso a cosas que aparecen como nuevas, de moda, mejoradas o renovadas. En otras palabras, la cultura de consumo desarrolla a un "yo" que se basa en cosas externas a la experiencia interior. El individuo se encuentra alienado, en un entorno individualista que pierde el sentido de comunidad y donde el "somos uno" desaparece, e incluso también puede que desaparezca la compasión con todo lo que existe; y en su lugar viene la competencia, el individualismo y la orden al emprendimiento personal, la auto-coronación y la preocupación por la supervivencia personal. La realidad neoliberal requiere al individuo para mejorar su condición general, y las acciones específicas para mejorar el estado personal son percibidas como parte integral de los esfuerzos del individuo para alcanzar el éxito personal y la felicidad.
En este entorno, surge un conflicto entre el individualismo posesivo, por un lado, y el deseo a una vida colectiva y significativa por el otro. Sin embargo, como parte de la mentalidad neoliberal, mientras que las personas supuestamente son libres de elegir, no se espera que elijan construir instituciones colectivas. Uno de los fenómenos relacionados con el individualismo en la era global, es el desarrollo de síntomas como la inseguridad, la pérdida de sentido en la vida, el atomismo, y la falta de solidaridad; pero también una profunda necesidad de comunidad. La comprensión del sujeto como espectador pasivo, que se encuentra al vaivén de acontecimientos que están fuera de su control, produce una fuerte necesidad de comunidad. La pregunta es, ¿cómo resolver esta contradicción?
¿Compasión Vs. El individualismo?
Podría decirse que, según se ha mostrado anteriormente, el movimiento de la Nueva Era en Occidente surgió de la mentalidad, la cultura y la lógica neoliberal del mercado capitalista, por lo que lo refleja, así como también es su modelo. Pero, ¿Y si la Nueva Era está desafiando el status quo neoliberal capitalista individualista?
En realidad, una gran cantidad de voces dentro de la Nueva Era están rechazando los acuerdos existentes. Incluso si los acuerdos impugnados por la Nueva Era son a menudo religiones y prácticas espirituales, y no necesariamente sociales o económico estructurales, la idea básica parece desafiar acuerdos sociales. Un ejemplo de esto es el movimiento "Goddess Wood Pilgrims", que presenta un reto a los arreglos sociales patriarcales existentes.
Además, gran parte de los New Agers sienten una gran responsabilidad por todos los demás seres humanos, así como compasión por todo lo que existe, por el mundo entero, desde la creencia de la unidad. De hecho, esta creencia incluye el supuesto de que todo lo que sucede no está fuera del individuo mismo, ya que los acontecimientos no son autónomos, sino que son responsabilidad del individuo. No sólo eso, sino también que el tipo de vida que la gente lleva hoy en día, de acuerdo con los seguidores de la Nueva Era, no es la forma adecuada y adaptada a nuestro ser natural y espiritual. De ahí la necesidad de reparar y producir una nueva conciencia, una conciencia que conecte con la verdadera naturaleza, en todos sus detalles.
¿Es posible que el individualismo que se refleja de la Nueva Era no sea exactamente el mismo individualismo resultante de la ideología neoliberal?
El Dalai Lama del Tíbet, dijo en su libro, "Libertad en el Exilio": "Se los puede resolver (a los problemas de la humanidad) sólo a través del esfuerzo humano, de la comprensión y el desarrollo de un sentido de hermandad. Para ello debemos cultivar la responsabilidad universal con los demás y con el mundo que compartimos, sobre la base de un buen corazón y de la conciencia"(268). Como mencione anteriormente, la influencia del budismo en la Nueva Era es importante, así que las palabras del Dalai Lama tienen un gran peso. Si es así, ¿es posible que se cree una nueva solidaridad, o una fraternidad, a través de la superación personal individual? ¿Podría ser que la mejora individual precisamente crea la unión? Es decir, crea un compañerismo en el que no hay competencia o comparación entre los individuos. Una fraternidad que enfatiza el acto de compartir lo mejor entre un individuo u otro, el amor y la compasión, que contribuirán a su tiempo al bien común.
Es posible que el lugar y el papel de la compasión, a medida que se extiende y parte del mejoramiento personal de cada individuo, sea el de participar en la creación de una red que busca cambiar las reglas del mundo en que vivimos. Esta compasión universal es una compasión que no estaría en contradicción con el individualismo. En otras palabras, una compasión creativa, una compasión por el planeta y todos sus habitantes desde el trabajo individual y no colectivo. Sin iglesias, sin templos, sin doctrina y sin Dios, pero con una unidad divina dentro del ser. Una compasión, que de acuerdo con la idea de la Nueva Era, llevará a la creación de lo bueno para todos. No un Dios aparte será el que creará o castigará, no un Dios que no es un ente humano, sino cada individuo, cada ser humano es una brújula divina, un ser espiritual en esencia.
En este contexto, Melton describe ondas de energía llegando a más y más gente todo el tiempo, las cuales tienen el poder de cambiar a los seres, y así cambiar el mundo. El propósito principal del movimiento, según Melton, es la creación de grupos y grupos de personas que tomen las ideas de la Nueva Era, y distribuyan "luz espiritual". Estos grupos se unirán a otros grupos de personas, hasta la creación de "una red global de luz." de esta manera el mundo se saturará de energía espiritual y se transformará.
El argumento es claro, y es que nuestras vidas no están funcionando, y que lo que hemos aprendido e internalizado a través de la socialización (el orden existente: el materialismo, la competencia, el consumismo) no son la vida real, la auténtica, la humana. La vida humana sólo puede detectarse por un viaje espiritual interno. A menudo, esto incluye el rechazo del mundo capitalista contemporáneo, y tiene a menudo el deseo de explotar lo mejor de ambos mundos, el del mundo espiritual y el de la lógica interna del mercado, que ve al éxito en términos materiales (éxito material que New Agers traducen muchas veces como armonía interior con el universo).
¿Tal vez el análisis de acuerdo con la lógica del mercado, con énfasis en los puntos de interfaz entre el nuevo pensamiento espiritual y el neoliberalismo, reduce y aplana la idea de una nueva era?
Si nos fijamos en la Nueva Era con los ojos libres de neoliberalismo, puede ser que cuando un individuo actúa como el único responsable de su destino, comprometido con el desarrollo personal y espiritual propio, no necesariamente se aísle en una especie de atomismo, sino que automáticamente pasa a pertenecer al grupo de individuos que operan de la misma manera, al movimiento, que en última instancia busca cambiar el mundo, busca realizar algo más grande que el individuo en sí.
Aunque, no se puede negar que, como parte de la Nueva Era existe la privatización de la esperanza. Se trata de una privatización, porque la idea fundamental del movimiento es poner atención a lo que haces como individuo, lo que piensas como individuo, a la interpretación individual, a la búsqueda individual de significado; en lugar de aceptar una doctrina (ya que los de la Nueva Era se oponen a la palabra "religión" y a las religiones, aunque están interesados en la espiritualidad). Por lo tanto, deben trabajar su ser autónomo e independiente. Sin embargo, se puede divisar una armonía, en lugar de un conflicto, entre los valores individualistas y los valores del bien común.
¿Cómo se podría interpretar el trabajo del practicante individual e individualista de la Nueva Era en el marco de la compasión universal? Una posible interpretación es que en la sociedad occidental contemporánea -que rechaza el marco de la acción colectiva y empuja a la idea del individualismo- la Nueva Era –que rechaza todo aquello que se parezca a una doctrina- otorga una solución dentro de la acción individual. No es una acción vista como aislada desde el propio individuo, sino como algo más grande que el individuo mismo. Es una solución plausible que resuelve la tensión entre el holismo y el atomismo.
Por lo tanto, se puede ver a la privatización de la esperanza como parte de la creación del ser emprendedor activo del capitalismo neoliberal, como una persona que produce su propia historia personal; pero que en la mente de los miembros del movimiento de la Nueva Era, no se trata sólo la implementación de un hombre mejorado individual sin impacto colectivo, sino una práctica individualista con influencia colectiva y mundial. No es un desarrollo personal individual, solo para sí mismo, sino por el contrario, en la opinión de la Nueva Era, se trata de una acción personal que va a cambiar el mundo, de una compasión universal desde el individualismo.