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sábado, 24 de diciembre de 2016

Sociología Diaria No. 5: De compasión y otros animales





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En ausencia de solidaridad social y de sentido de pertenencia a la comunidad, la religión podría volver a llenar un papel reconfortante y unificador. Pero, ¿qué clase de religión es esa, y qué tipo de doctrina la acompaña? (Si es que la tiene). El orden existente, el capitalismo neoliberal, es escoltado por el individualismo y el atomismo, pero, ¿es posible que crezca y se establezca de este atomismo un nuevo "holismo", una especie de compasión universal?



Quizás el énfasis en el "sí mismo", el "yo individual", junto con la necesidad de pertenecer, la necesidad de ser parte de una comunidad, esté empujando a las personas a una corriente creciente de gente que se ve a sí misma parte de un movimiento significativo, parte de algo más grande que el propio individuo. Algo que se conoce como la Nueva Era.



Dentro de ese marco, el individuo podría solucionar la contradicción que surge entre el imperativo neoliberal de un individualismo posesivo y competitivo, y la abrumadora necesidad de comunidad; entre la definición del "yo" superfluo y consumidor del consumismo, y la necesidad de significado en la vida. Tal vez cuando el individuo elige esta nueva espiritualidad ofrecida en el mercado, o en el llamado "supermercado espiritual", de hecho esta satisfaciendo el imperativo de ser un individuo emprendedor, que sabe como portarse en el mercado libre, y al mismo tiempo también responde a su necesidad de significado trascendental.



Si es así, puede ser que la Nueva Era proporcione un terreno fértil para el crecimiento de una espiritualidad ecléctica, no una religión, sino una espiritualidad que es a la vez individual y universal. ¿Quizá sea el momento de abandonar la idea de la dualidad y en su lugar reconocer la idea de la simultaneidad?



¿Qué es la Nueva Era?
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Durante las dos últimas décadas ha crecido en todo el mundo un movimiento, o de una subcultura, conocida como la Nueva Era. Grupos de gente en países occidentales adoptan filosofías, sabidurías, o prácticas religiosas del Lejano Oriente, como el budismo, y/o prácticas de meditación como la Vipassana, Mindfulness o yoga. La corriente de la Nueva Era contiene una variedad ecléctica de creencias y de prácticas que se diferencian de las religiones tradicionales.

Entre otras cosas, se llevan a cabo sesiones de curación, talleres, seminarios, conferencias, cursos y rituales. La Nueva Era hace hincapié en el optimismo y en el pensamiento positivo, en la compasión y en el amor universal; pero al mismo tiempo se refiere al individuo como un eje central, haciéndolo único responsable de su desarrollo y de su realización espiritual, de la realización absoluta de ese potencial propio, y así también de la transformación trascendental del mundo. La mentalidad del movimiento eleva al individuo a la altura de autoridad suma, de auto-conciencia absoluta, actuando así como un faro, una brújula, como la autoridad suprema que dicta la acción.



Este movimiento en el mundo occidental no surgió en el vacío, sino en un contexto histórico donde el capitalismo neoliberal es el entorno económico, social y cultural. Se puede entender al neoliberalismo como la forma en la cual las relaciones entre el Estado, por un lado, los individuos, las empresas comerciales y los mercados, por el otro, se deben construir. Esta estructura implica una ideología que afecta profundamente la vida del individuo.



La ideología neoliberal contemporánea hace hincapié en la responsabilidad personal, más allá de cualquier influencia que pudiese tener en el estado individual la estructura socioeconómica. Por lo tanto, el individuo se compromete a actuar como una unidad de autorregulación, a ser un jugador financiero independiente, un dispositivo autónomo de auto-mejora. En el mundo occidental, el movimiento de la Nueva Era es aceptado por la corriente principal casi naturalmente, ya que adopta la lógica del mercado y la premisa básica de la responsabilidad personal exclusiva; pero, al mismo tiempo también ofrece una alternativa espiritual.



¿Cómo podemos entender la compasión universal, de la cual se apropia el concepto de la Nueva Era, en el contexto de elevación de "yo individual" como la autoridad suprema?
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Las ideas del movimiento de la Nueva Era hablan de unidad. O sea, todo lo que existe es parte de una unidad en la cual todos estamos conectados. El principio básico de la Nueva Era es que todos somos uno, o que todo resulta en uno. Esto se puede entender como una mirada integral, que llena las necesidades más profundas del ser. Por ejemplo, la necesidad de conectar con la esencia espiritual, con la verdadera naturaleza. El argumento es que la espiritualidad del "yo interior" se encuentra sellada en el orden natural de las cosas (como un todo o como una individualidad), y que esa espiritualidad interior es la clave para progresar hacia una vida mejor. En otras palabras, es la llave que abre la transición desde todo lo que es malo en la vida hacia todo lo que es bueno.



Así, el movimiento apoya a organizaciones que promueven una visión "Green" (verde-ecológica) en diversos campos, como el medio ambiente, la tecnología, o la política; y busca la creación de una única religión unificadora. La visión "verde" y la promoción de la idea de preservar la naturaleza y el medio ambiente se conectan, por ejemplo, con el amor de la naturaleza del budismo. Algunos partidarios de la Nueva Era sienten solidaridad con todos los seres vivos, compasión y responsabilidad universal por todo lo que vive, en correlación con el budismo (Budismo Zen).



Pero no sólo la idea de unidad y de "somos uno" son la base de la Nueva Era, sino también una especie de individualismo, o de coronación del "yo individual". El marco conceptual incluye la transferencia de la responsabilidad de casi todo, y casi por completo, al yo privado e individual. Individuos influidos por las ideas de la Nueva Era estarían dispuestos a asumir la responsabilidad de acontecimientos que otras personas creerían más allá de su control. De acuerdo con esta forma de pensar, incluso aquellos que son víctimas de violencia, pueden considerarse como individuos que "anhelaban" pasar por esas experiencias.



Bajo ese pensamiento, se podría entender que el gobierno indiscutido del "yo individual" indica una idea del "yo" perfecta e invulnerable. Sin embargo, la ideología asegura que el yo es divino, pero no es perfecto. El individuo es imperfecto, fallado, y está obligado a mejorar. Para "arreglar" el yo, y superar sus fallas, es necesario regresar al compromiso con el ser interior. El re-enlace interno profundo implica el rechazo del mundo social amplio. Otras personas, grupos o individuos, son innecesarios para la tarea central de autodescubrimiento.



Aunque ciertos partidarios dentro del movimiento New Age, adopten el sentido universal de la responsabilidad con todo lo que existe, en conformidad con la mentalidad budista, el "uno mismo" es todavía un ente sagrado, y es visto como una entidad independiente. Los New Agers creen en el monismo (todo es uno), y en el panteísmo (todo es Dios). En consecuencia, cada individuo es considerado un ente divino, o incluso es considerado como Dios mismo. Los miembros de la Nueva Era creen en la autonomía del ser humano, en la cual cada ser humano es en esencia un ser espiritual. La autonomía también consiste en la creencia de que la moral es relativa.



Desde su responsabilidad personal e independiente, el individuo se mueve de acuerdo a la lógica del mercado, es responsable de sí mismo y elije su identidad religiosa, o su pertenencia a una u otra comunidad religiosa o espiritual, en el "supermercado espiritual" que le ofrece el mercado libre.



Pareciera que se pudiesen encontrar puntos en común entre las ideas de la Nueva Era y las ideas neo-liberales. Como se dijo antes, el neoliberalismo no es sólo una estructura económica organizadora, sino también una ideología que tiene lugar en la transferencia de la responsabilidad del Estado al individuo. Mientras que el Estado garantice el mercado libre, el individuo es considerado el único responsable de su bienestar, de sus éxitos y fracasos. De acuerdo con el concepto, la capacidad del individuo para convertirse en emprendedor determina sus condiciones de vida, y no las características estructurales del sistema.

En la ideología neoliberal también hay una suposición de que los puntos de vista morales, los valores individuales, son los apropiados sólo cuando el jugador, el individuo, es capaz de funcionar independientemente en el mercado competitivo. Como parte del sistema neoliberal se produce la individualización de los problemas sociales.



La elevación del "yo individual" a la parte superior de la pirámide, es un ideal compartido por la Nueva Era y el neoliberalismo. El ser es el único responsable de las consecuencias de sus decisiones. Por lo tanto, en el neoliberalismo, la intervención del Estado en los asuntos individuales es vista como perjudicial para el equilibrio natural del mercado, así que el Estado debe abstenerse de interferir. Como parte de la idea, la única meta legítima del Estado es servir a la protección de la libertad individual, especialmente la libertad de mercado y del libre comercio.



Sin embargo, el neoliberalismo, cuando habla del "yo individual", no lo aborda como un "templo", no habla de la interioridad de la espiritualidad humana, de nuestro ser interior, o de la necesidad de conectar con una naturaleza interna, sino que aborda el juego económico como su "templo".

Al observar el capitalismo neoliberal occidental, se puede identificar a la cultura de consumo, que se desarrolló en la modernidad, como la forma dominante también en la actualidad. El status quo neoliberal pone énfasis en el consumo veloz de placeres transitorios, a menudo comprados con dinero. La cultura de consumo crea constantemente al "yo" por medio del acceso a cosas que aparecen como nuevas, de moda, mejoradas o renovadas. En otras palabras, la cultura de consumo desarrolla a un "yo" que se basa en cosas externas a la experiencia interior. El individuo se encuentra alienado, en un entorno individualista que pierde el sentido de comunidad y donde el "somos uno" desaparece, e incluso también puede que desaparezca la compasión con todo lo que existe; y en su lugar viene la competencia, el individualismo y la orden al emprendimiento personal, la auto-coronación y la preocupación por la supervivencia personal. La realidad neoliberal requiere al individuo para mejorar su condición general, y las acciones específicas para mejorar el estado personal son percibidas como parte integral de los esfuerzos del individuo para alcanzar el éxito personal y la felicidad.



En este entorno, surge un conflicto entre el individualismo posesivo, por un lado, y el deseo a una vida colectiva y significativa por el otro. Sin embargo, como parte de la mentalidad neoliberal, mientras que las personas supuestamente son libres de elegir, no se espera que elijan construir instituciones colectivas. Uno de los fenómenos relacionados con el individualismo en la era global, es el desarrollo de síntomas como la inseguridad, la pérdida de sentido en la vida, el atomismo, y la falta de solidaridad; pero también una profunda necesidad de comunidad. La comprensión del sujeto como espectador pasivo, que se encuentra al vaivén de acontecimientos que están fuera de su control, produce una fuerte necesidad de comunidad. La pregunta es, ¿cómo resolver esta contradicción?



¿Compasión Vs. El individualismo?
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Podría decirse que, según se ha mostrado anteriormente, el movimiento de la Nueva Era en Occidente surgió de la mentalidad, la cultura y la lógica neoliberal del mercado capitalista, por lo que lo refleja, así como también es su modelo. Pero, ¿Y si la Nueva Era está desafiando el status quo neoliberal capitalista individualista?



En realidad, una gran cantidad de voces dentro de la Nueva Era están ​​rechazando los acuerdos existentes. Incluso si los acuerdos impugnados por la Nueva Era son a menudo religiones y prácticas espirituales, y no necesariamente sociales o económico estructurales, la idea básica parece desafiar acuerdos sociales. Un ejemplo de esto es el movimiento "Goddess Wood Pilgrims", que presenta un reto a los arreglos sociales patriarcales existentes.



Además, gran parte de los New Agers sienten una gran responsabilidad por todos los demás seres humanos, así como compasión por todo lo que existe, por el mundo entero, desde la creencia de la unidad. De hecho, esta creencia incluye el supuesto de que todo lo que sucede no está fuera del individuo mismo, ya que los acontecimientos no son autónomos, sino que son responsabilidad del individuo. No sólo eso, sino también que el tipo de vida que la gente lleva hoy en día, de acuerdo con los seguidores de la Nueva Era, no es la forma adecuada y adaptada a nuestro ser natural y espiritual. De ahí la necesidad de reparar y producir una nueva conciencia, una conciencia que conecte con la verdadera naturaleza, en todos sus detalles.



¿Es posible que el individualismo que se refleja de la Nueva Era no sea exactamente el mismo individualismo resultante de la ideología neoliberal?
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El Dalai Lama del Tíbet, dijo en su libro, "Libertad en el Exilio": "Se los puede resolver (a los problemas de la humanidad) sólo a través del esfuerzo humano, de la comprensión y el desarrollo de un sentido de hermandad. Para ello debemos cultivar la responsabilidad universal con los demás y con el mundo que compartimos, sobre la base de un buen corazón y de la conciencia"(268). Como mencione anteriormente, la influencia del budismo en la Nueva Era es importante, así que las palabras del Dalai Lama tienen un gran peso. Si es así, ¿es posible que se cree una nueva solidaridad, o una fraternidad, a través de la superación personal individual? ¿Podría ser que la mejora individual precisamente crea la unión? Es decir, crea un compañerismo en el que no hay competencia o comparación entre los individuos. Una fraternidad que enfatiza el acto de compartir lo mejor entre un individuo u otro, el amor y la compasión, que contribuirán a su tiempo al bien común.



Es posible que el lugar y el papel de la compasión, a medida que se extiende y parte del mejoramiento personal de cada individuo, sea el de participar en la creación de una red que busca cambiar las reglas del mundo en que vivimos. Esta compasión universal es una compasión que no estaría en contradicción con el individualismo. En otras palabras, una compasión creativa, una compasión por el planeta y todos sus habitantes desde el trabajo individual y no colectivo. Sin iglesias, sin templos, sin doctrina y sin Dios, pero con una unidad divina dentro del ser. Una compasión, que de acuerdo con la idea de la Nueva Era, llevará a la creación de lo bueno para todos. No un Dios aparte será el que creará o castigará, no un Dios que no es un ente humano, sino cada individuo, cada ser humano es una brújula divina, un ser espiritual en esencia.



En este contexto, Melton describe ondas de energía llegando a más y más gente todo el tiempo, las cuales tienen el poder de cambiar a los seres, y así cambiar el mundo. El propósito principal del movimiento, según Melton, es la creación de grupos y grupos de personas que tomen las ideas de la Nueva Era, y distribuyan "luz espiritual". Estos grupos se unirán a otros grupos de personas, hasta la creación de "una red global de luz." de esta manera el mundo se saturará de energía espiritual y se transformará.



El argumento es claro, y es que nuestras vidas no están funcionando, y que lo que hemos aprendido e internalizado a través de la socialización (el orden existente: el materialismo, la competencia, el consumismo) no son la vida real, la auténtica, la humana. La vida humana sólo puede detectarse por un viaje espiritual interno. A menudo, esto incluye el rechazo del mundo capitalista contemporáneo, y tiene a menudo el deseo de explotar lo mejor de ambos mundos, el del mundo espiritual y el de la lógica interna del mercado, que ve al éxito en términos materiales (éxito material que New Agers traducen muchas veces como armonía interior con el universo).



¿Tal vez el análisis de acuerdo con la lógica del mercado, con énfasis en los puntos de interfaz entre el nuevo pensamiento espiritual y el neoliberalismo, reduce y aplana la idea de una nueva era?


Si nos fijamos en la Nueva Era con los ojos libres de neoliberalismo, puede ser que cuando un individuo actúa como el único responsable de su destino, comprometido con el desarrollo personal y espiritual propio, no necesariamente se aísle en una especie de atomismo, sino que automáticamente pasa a pertenecer al grupo de individuos que operan de la misma manera, al movimiento, que en última instancia busca cambiar el mundo, busca realizar algo más grande que el individuo en sí.



Aunque, no se puede negar que, como parte de la Nueva Era existe la privatización de la esperanza. Se trata de una privatización, porque la idea fundamental del movimiento es poner atención a lo que haces como individuo, lo que piensas como individuo, a la interpretación individual, a la búsqueda individual de significado; en lugar de aceptar una doctrina (ya que los de la Nueva Era se oponen a la palabra "religión" y a las religiones, aunque están interesados en la espiritualidad). Por lo tanto, deben trabajar su ser autónomo e independiente. Sin embargo, se puede divisar una armonía, en lugar de un conflicto, entre los valores individualistas y los valores del bien común.



¿Cómo se podría interpretar el trabajo del practicante individual e individualista de la Nueva Era en el marco de la compasión universal?
Una posible interpretación es que en la sociedad occidental contemporánea -que rechaza el marco de la acción colectiva y empuja a la idea del individualismo- la Nueva Era –que rechaza todo aquello que se parezca a una doctrina- otorga una solución dentro de la acción individual. No es una acción vista como aislada desde el propio individuo, sino como algo más grande que el individuo mismo. Es una solución plausible que resuelve la tensión entre el holismo y el atomismo.



Por lo tanto, se puede ver a la privatización de la esperanza como parte de la creación del ser emprendedor activo del capitalismo neoliberal, como una persona que produce su propia historia personal; pero que en la mente de los miembros del movimiento de la Nueva Era, no se trata sólo la implementación de un hombre mejorado individual sin impacto colectivo, sino una práctica individualista con influencia colectiva y mundial. No es un desarrollo personal individual, solo para sí mismo, sino por el contrario, en la opinión de la Nueva Era, se trata de una acción personal que va a cambiar el mundo, de una compasión universal desde el individualismo.

lunes, 18 de abril de 2016

Nueva serie: " Sociología diaria"- Publicación Nº 1-Espejito, espejito, ¿cuál es el consumo más hermoso?



Espejito, espejito, ¿cuál es el consumo más hermoso?
Adorno y Horkheimer escribieron una de las críticas más profundas a la modernidad, La Dialéctica de la Ilustración, un libro que fue publicado por primera vez bajo ese nombre en 1947 como parte de la corriente intelectual de la Escuela de Frankfurt. Dentro de la realidad capitalista en América en el siglo 20 y la prosperidad del nazismo en Alemania, Adorno y Horkheimer redactaron la Dialéctica de la Ilustración, como producto de su exilio desde Alemania a los Estados Unidos de después de la guerra.



Ambos pensadores preguntan la gran pregunta: ¿Cómo es que la modernidad, la iluminación, la modernización en las ciencias, la medicina y la industria, la modernidad que deberían eliminar la ignorancia humana, sus enfermedades, el trabajo duro y cruel, está ayudando a crear un mundo donde la gente está dispuesta a adoptar, de forma voluntaria, la ideología fascista, el genocidio con conocimiento de causa y el desarrollo de armas de destrucción masiva?

En realidad, la cuestión es cómo la racionalidad resulta completamente irracional.


Pensadores de la Escuela de Frankfurt comenzaron a cuestionar la conformidad y la falta de resistencia que estaban presenciando, tomando a la industria cultural como clave. Este tipo de industria no se crea por casualidad en los países capitalistas industrializados, sino que avanza debido a las leyes de la lógica del capital. 


En el contexto de la prosperidad de la fase industrial del capitalismo, caracterizada por grandes fábricas, producción en masa y concentración del capital, también se desarrolla una gran cantidad de productos indistinguibles entre si. La producción en masa y la estandarización se extienden también al ámbito cultural. Productos culturales estandarizados salen al mercado, desde ropa hasta series de televisión, cine y música. Los consumidores se rinden a las leyes de la producción capitalista enraizadas en ese período histórico específico. La multitud se convierte en fanática del orden en el cual se encuentra sumergida. Se puede decir entonces que el consumo (o consumismo) es una expresión de la conformidad y que el consumidor no es más que un elemento pasivo en el conjunto. El consumo es, por lo tanto, una herramienta en las manos de fabricantes y no en las manos de los consumidores.




Aquí me propongo a preguntar nuevas preguntas: ¿Es que el consumismo aporta a la conformidad o contribuye a la libertad más amplia? ¿Es que el consumismo aborta la posibilidad de resistencia o abre una nueva forma de resistencia en forma de capacitación de los consumidores o de poder del consumo que está en manos del consumidor?


Las nociones de consumismo y cultura de consumo (o industria cultural), 
como parte del capitalismo industrial, son el resultado del pensamiento crítico de la Escuela de Frankfurt. La teoría de la industria cultural es una declaración de la capacidad y del poder de la producción de incorporar, diseñar y adaptar al consumidor. Se podría decir que la respuesta de Adorno y Horkheimer corresponde más con la expansión de la conformidad que con la expansión de la libertad. Pero, ¿la industria de la cultura es entendida de la misma manera en el período post-moderno? ¿Cuáles son los cambios que se producen en el concepto de consumismo en la transición de la modernidad a la posmodernidad?


El concepto de consumo está lejos de estancarse, en lugar de eso se convierte en multidimensional. Consumo político (o política del consumismo) es un concepto relativamente nuevo. A mediados de los '90 se comenzó a hablar en la ciencia política de lo llamado consumo político, con sentido a la conciencia que tiene el consumidor de la influencia política de su comportamiento. Cuando las personas intervienen en el mercado con Boicot o Buycott a fin de disolver sus preocupaciones políticas, en realidad están involucrados en consumismo político. Por lo tanto, el concepto de consumo no es de por sí un acto que responde a necesidades sociales o materiales, sino que responde a la necesidad de expresión política.


Si en la era moderna el consumismo es un acto pasivo y conformista, el concepto toma otro color en la era posmoderna. Los consumidores no compran como modo de represión pasiva, sino como una forma activa de relacionarse, no sólo con objetos, sino también con personas y con el mundo entero. Un mecanismo de respuesta activa y global en la cual se basa la cultura en su totalidad. Los objetos tangibles no son el objeto de consumo, estos sólo constituyen una respuesta a la necesidad de satisfacción. El consumo (o consumismo) es, por lo tanto, una manipulación sistemática de símbolos. Para convertirse en objeto consumible, es necesario, en primer lugar, convertirse en un símbolo.


Así como el clima económico e intelectual en los Estados Unidos a principios del siglo 20 otorgó las condiciones para el surgimiento de una sociología crítica, que dio surgimiento a la crítica cruda del modernismo, puede ser que el clima económico e intelectual en el postmodernismo cree condiciones propicias para la observación del consumo y de los consumidores de acuerdo a la teoría política. El consumo como expresión política. En ambos casos, el consumo no sólo se describe como una actividad económica pura.

sábado, 3 de octubre de 2015

Mi Bar Refaeli

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Mi



¿Qué no se ha dicho ya a favor o en contra? Bar Refaeli es el catalizador de los pros y los contras. La manzana prohibida y la manzana con miel. Cada uno de nosotros tiene su propia Bar Refaeli. Imaginemos que un grupo de gente se pone de acuerdo en algo, no importa en qué, siempre se puede lanzar a la Bar Refaeli personal a la conversación y volver a encender el debate, cambiar el tema. Es el comodín, la importancia de la importancia, la vida o la muerte. La física cuántica de los vestidos de novia. 

No sólo que cada persona tiene su propia Bar Refaeli, sino también que la tenemos colectivamente. La identidad colectiva Refaeliana se refleja en los carteles. Y el cielo no es el límite. Los enormes carteles con su cara gigante ocultan al niño lastimado, a la mujer golpeada, a la chica violada, a la  sobreviviente del Holocausto cuyo apartamento se desintegra en la pobreza. El país Bar-Refaeliano no se pierde una. Es exacto. Se puede escribir una ecuación matemática. Bar Refaeli es como una partícula subatómica, es onda y es también masa. Puede estar en cualquier lugar en cualquier momento, y también en dos lugares al mismo tiempo. No hay vacío. Incluso aquellos que no se preocupan por la partícula subatómica están ocupados de no ocuparse de ella. Como fue dicho por Adorno y Horkheimer, la única salida es la adaptación.


sábado, 25 de octubre de 2014

¿Primero son mis dientes que mis parientes?


La sociedad occidental (“desarrollada”) está sometida a lo que yo llamaría “capitalismo en bruto”. El "Capitalismo en bruto" funciona como un sistema que no ha sido procesado o adecuado para lograr una sociedad sostenible, una sociedad que asegure nuestra supervivencia. 

Como resultado, la compatibilidad del sistema a la raza humana, como grupo incluyente, es más que cuestionable. Uno de los pilares en los que se basa el "capitalismo en bruto" es la competencia y el individualismo, los cuales ordenan la búsqueda de la "ganancia para mí y mi familia." El método no excluye la cooperación entre individuos, familias o comunidades establecidas - como organizaciones, países  o empresas- pero estas colaboraciones no vienen a promover al individuo o al grupo junto con toda la raza humana, sino que tratan de promover los beneficios del individual o de un pequeño grupo de ellos. 

Estos grupos a menudo se definen a sí mismos como entidades separadas de otros, tienen su propia y privada ley de pertenencia. Esta mirada no tiene en cuenta el efecto positivo que podría tener la ganancia individual sobre la de los otros. En otras palabras, no ve la ganancia de una persona como algo que puede promover el éxito real también de otra. Además, la visión tampoco tiene en cuenta el éxito conjunto como un trampolín para el éxito individual. 

En una sociedad manejada por  el “capitalismo en bruto”, como herramienta para el desarrollo socio económico, como método, la injusticia y la falta de igualdad se ven como inevitables. Como si fueran un efecto secundario aceptable, al cual hay que acostumbrarse y entender que hay que vivir con él. Como un fenómeno que puede ser que tengamos que limitar, pero que es necesario para que el mecanismo funcione.

Estudios recientes llevados a cabo en monos y simios muestran un comportamiento que rechaza la injusticia y lucha por la igualdad. Un modo que se basa en la cooperación como componente crítico para la supervivencia y el desarrollo de la especie. ¿Será la respuesta de la evolución al capitalismo?

Consideremos  el siguiente ejemplo: “Usted está contento con su salario hasta que se entera de que su compañero de al lado, con el mismo puesto, gana más. La razón evolutiva de este fuerte sentido de la equidad, que los humanos comparten con otros animales, intriga a los científicos. “Nos interesa saber por qué los humanos no somos felices con lo que tenemos, aunque sea bueno, si alguien tiene más que nosotros”, dice la psicobióloga Sarah Brosnan, de la Universidad Estatal de Georgia (EE UU).

“En este sentido de la justicia se fundamentan desde la discriminación salarial hasta la política internacional”, añade Brosnan; sin embargo, no se sabe cuál es su origen en la historia de la evolución. En busca de sus raíces, durante las dos últimas décadas se ha generado una gran cantidad de literatura sobre la moral de los animales, en especial de los primates. ¿Realmente tenemos un sentido fundamental de justicia? Dudo de que las grandes petroleras estén preocupadas en cuanto a los beneficios de la cooperación a largo plazo. Me pregunto si las empresas y los principales exponentes de la capa social empresarial e industrial miren del todo a largo plazo?

Para el primatólogo de Waal, de la Universidad de Emory (Atlanta, EE.UU.), la moral se basa en dos pilares: Reciprocidad y empatía. Sólo en relaciones de cooperación –que traerán beneficios recíprocos- en algunas especies, nace el concepto de justicia. Los primates crean relaciones de cooperación con los demás, incluso si estos no están unidos por lazos de sangre o cualquier otro tipo de conexión. En las relaciones  con otros, los cuales no son parientes,  es donde el rechazo a la injusticia se torna más potente. Frans de Waal, explica por qué: “Hay menos competencia en estas relaciones. Cuando las personas viven juntas desde hace mucho tiempo, pierden la cuenta sobre el número de veces que han cooperado. Pero si yo le hago un favor a un conocido, lo recordaré por ser algo que no sucede con demasiada frecuencia”

El problema para la cohesión de la comunidad comienza cuando el conocido no colabora como se espera o si obtiene más beneficios que los demás. Según explican los investigadores, “los individuos que perciben resultados desiguales podrían obstaculizar la cooperación y encontrar un nuevo compañero”. Los estudios realizados en monos, perros, elefantes y cuervos muestran que los animales que trabajan en cooperación identifican la injusticia en los resultados de un esfuerzo similar.  

Echemos un vistazo a los resultados del juego del ultimátum en el ser humano: El juego consiste en dos personas, una de ellas es responsable de distribuir una cantidad fija de dinero, por lo que si el otro está de acuerdo con la división, ambos reciben la cantidad acordada. Pero si el otro no está de acuerdo, no hay salario para nadie. Bajo gran desigualdad – la visión de desigualdad depende la cultura - aquella persona que recibe el suministro por debajo de lo esperado castiga al otro y le niega el premio. ¿No es este comportamiento parecido a una huelga? Cuando los empleados de una organización deciden parar, el hecho no funciona exactamente de acuerdo con este principio? No me sorprende que a veces todo Israel se identifique con la huelga de los médicos, las enfermeras, los trabajadores de correos, etc ... simplemente rechazan la injusticia de manera colectiva. Interesante.

Brosnan y De Waal distinguen entre dos tipos de aversión a la desigualdad: 1- la que supone una  ventaja para el individuo,  y 2- la que juega contra él. En todas las especies la aversión más común es el odio a la desigualdad cuando ésta juega contra nosotros, esa desigualdad que nos hace protestar cuando nosotros somos los que hemos sido agraviados. Sólo los seres humanos y algunos primates, como los chimpancés, se sienten incómodos frente a la desigualdad de la segunda clase, aquella que es beneficiosa para ellos, y hasta podrían rechazar cualquier trato preferente hacia sí mismos si éste es realizado a expensas de otro.

“Renunciar a una ventaja para conseguir un beneficio a largo plazo requiere no solo capacidad de pensar en el futuro, sino también cierto autocontrol”, explica Brosnan. Este segundo paso, que exige habilidades cognitivas superiores, lleva a un verdadero sentido de la justicia, añade la autora.” Para mí, el sistema capitalista, donde la acumulación actual de beneficios es el nombre del juego, logró borrar nuestra tendencia natural a utilizar las habilidades cognitivas superiores y la visión a largo plazo, fomentando al mismo tiempo la ausencia de autocontrol, el consumismo excesivo y la auto-definición como “producto” o “consumidor”.

De acuerdo con algunos estudios analizados por los dos investigadores, la actitud de los animales es tan importante como los resultados. Por ejemplo, los monos capuchinos son reacios a trabajar con un tipo que lleva a cabo un monopolio con en el premio. Esto indica que lo que impide que la cooperación no es la desigualdad per se, sino en combinación con el enfoque del individuo. Esto es así también en los seres humanos. De acuerdo con los resultados de la investigación, preferimos no trabajar con personas cuyas actitudes son entendidas como nocivas, incluso si se trata de renunciar una ganancia. Resultados por lo pronto alentadores, quiere decir que todavía hay esperanza para un cambio real.

El actuar de manera independiente e individualista puede proporcionar beneficios si este actuar es  viable, pero no siempre es así. “Si un chimpancé puede obtener ventajas por sí mismo, preferirá actuar solo. Los humanos probablemente también. Pero hay algunas ventajas que no puede obtener solo y necesita compañeros. Ahí es donde surge la cooperación y empieza a cobrar sentido comparar los propios esfuerzos con sus recompensas”.

Fuente de los estudios aquí


jueves, 5 de junio de 2014

Israel 2014: un paso adelante en la escala de la deformidad moral?

"Catástrofe moral", ni más ni menos. Así dijo esta mañana Ran Resnik, periodista en asuntos de salud, en la red "B" de la radio. Tiene razón.
No, I'am not

El tema era la implementación de servicios médicos privados en los hospitales públicos. No tengo ni la menor duda de que una vez que los servicios médicos privados entren en los hospitales públicos, las disparidades económicas y las desigualdades serán moneda cotidiana en sistema de salud, aún más de lo que son hoy en día.  Como sociedad humana dimos un paso adelante en la escala de la deformidad moral. ¿Qué cree que pasará con aquellos que deben someterse a una cirugía de emergencia? Pues no recibirán prioridad, por supuesto, hay quienes pagaron y ellos van primero. ¿Qué sucederá con un caso complicado? esperar en la cola, por supuesto, después de los que pagaron. ¿Qué va a pasar con los que tienen que pasar por una compleja operación que  requiera mucha habilidad o suficiente experiencia? Serán operados por un medico menos cualificado o menos un experto, ya que la especialista estará ocupada. Por último, ¿qué pasa con todos los que tienen seguro de salud complementario? Y…pasarán a pagar precios exorbitantes, por supuesto. Esto nos concierne a todos. Toca a mayoría de la gente. Claro, por supuesto que también hay quien gana. Este paso será beneficioso para los médicos "estrellas"- que ya son ricos de todas maneras- y para los pacientes ricos.

En el comité para fortalecer el sistema de salud pública encabezado por la Ministra de Salud Yael German  ( Para“fortalecer el sistema de salud pública"...¡qué irónico!) la decisión esta colgando del hilo de un solo voto  (siete en contra , seis a favor) . La opinión de la Ministra de Salud no es de conocimiento público, pero de acuerdo con el comentarista está a favor. El comité se supone que presente su informe este mes.

Aunque algunos de los modelos propuestos parecen prometedores, como el del Prof. Gabi Ben Nun, ex vicepresidente de la Secretaría de Salud, no debemos ser inocentes. En pocas palabras, una vez que se establezca la medicina privada en los hospitales públicos seremos testigos de la brutal privatización de la salud y de la enfermedad. No sólo que la medida no fortalecerá el sistema de salud público, sino que lo llevará al colapso. El modelo del Prof. Ben -Nun presenta la opción de elegir el cirujano de forma gratuita y para todos. La importancia de la propuesta es la eliminación de la opción de elegir cirujano por medio del seguro complementario e incluirlo en la canasta de salud nacional. Este paso bajaría el precio de los seguros complementarios (hasta 40 % ); Por otra parte , sería necesario aumentar el impuesto de la salud por una media estimada de uno por ciento. Esto contradice la política de impuestos del primer ministro Benjamín Netanyahu, y el ministro de Finanzas, Yair Lapid, y por lo tanto reduce en gran medida las posibilidades de que el modelo de ser aceptado.

El modelo de Ben Nun está diseñado para permitir a los hospitales públicos para pagar más al personal médico y aumentan la cantidad de operaciones que realiza por las tardes, para acortar las colas y competir más eficazmente con el sistema en privado.

Es verdad, el modelo suena bien. Pero no olvidemos que todavía estamos hablando de  medicina privada en el condado de la salud pública. Eso significa así de simple: para los que tienen dinero, salud! Debemos remitirnos al significado de un paso como este y examinar sus consecuencias a corto, mediano y largo plazo.

Hay lugares en el campo de la economía que no pueden ser manejados por las fuerzas del mercado libre - oferta y demanda. La salud es uno de ellos. Obviamente, los que tienen dinero tienen más salud. Es lo que sucede también ahora. Pero que este bien claro que ampliar las posibilidades del rico dará lugar a la reducción de las posibilidades para la mayoría del público. Es un juego de suma "0". Es decir, la ganancia de uno a expensas de la pérdida de otro. Esto no es una situación "ganar-ganar". Aquí el público pierde.


Una sociedad que no coloca la salud y la educación en un lugar prioritario es una sociedad enferma. Y qué pena para aquel que bien se adapte a una sociedad enferma.
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Su comentario es bienvenido y enriquece cualquier opinion en este blog.

miércoles, 30 de abril de 2014

De zapatos de heces y otros bichos

Que tendremos que ver nosotros con zapatos de heces? ¿Y qué lleva a una persona a comprar zapatos decorados con una caca sonriente?


Nuestra sociedad de consumo se basa en la economía de la productividad excesiva y del consumo excesivo, la imagen que eso me genera no es muy distinta a la decoración del zapato. Los zapatitos de heces de la imagen cuestan en Israel 1.300 NIS. $ 340.

Estos zapatos de heces no fueron creados para hacer una fuerte declaración social. No es su destino una broma metafórica sobre la cultura de consumo en desintegración, ni tampoco una consideración critica sobre el reflejo condicionado del "quiero eso, quiero aquello, quiero! – comprar! Comprar!! Comprar!!!", tampoco pretende ser un espejo para mostrarnos como estamos metidos profundamente en la M@ ^ % d# $ del sistema económico actual.

Los zapatos fueron orientados hacia consumidores que piensan que sería muy "cool" obtener los emoticonos del mundo digital y ponerse a usarlos en las vestimentas. Principalmente cuando un par de chatitas comunes, pero que contienen el icono incrustado, cuestan unos cientos de dólares, y todos lo saben. El público cautivo del capitalismo del "Consumo, luego existo" transmite emociones a través de emoticones desde sus móviles. No hay duda de que la audiencia sabe que estos iconos están diseñados para transmitir la emoción que va con las palabras. Entonces surge la pregunta: ¿qué emoción quiere transmitir la mujer que se compra los zapatos? Una mierda? Sólo puedo pensar que su smartphone es realmente más inteligente que ella.

¿Cuánto tiempo más podremos sobrevivir en un mundo donde los trucos comerciales descartables consiguen muchos más refuerzos positivos que el trabajo duro y la perseverancia ?

Por cierto, también hay una cartera billetera de mierda haciendo juego. Su precio es de $1595, para los interesados. Es como una broma cínica. La billetera es un objeto que representa –o simboliza - dinero. Y en realidad, esta "billetera" es una mierda. Pero, a esta mierda la vas a querer comprar.


Estoy segura de que alguien, en algún lugar, se está cagando de la risa.

viernes, 25 de abril de 2014

Un capitalismo lobo


" Si Dios me diera una señal clara. Como por ejemplo depositar gran cantidad de dinero en una cuenta a mi nombre en Suiza ... "

Woody Allen



Lunes, segunda fiesta de Pesaj, me encuentro leyendo un artículo de "Haaretz" fechado sábado/domingo 19/20 de 2014 y titulado "Una oscura visión ecológica de un activista" (extraído de "The New York Times Magazine"). El artículo describe, entre otras cosas, una condición en la que el individuo acepta un destino amargo, y frente a este, solo intenta prepararse de la mejor manera que pueda al colapso temido, a lo peor que está por llegar. De alguna forma me recordó el programa "Doomsday Preppers", transmitido por la National Geographic, pero con guarnición de un poco de filosofía.

También concordó de alguna manera con la temática de la libertad, ya que Pesaj también es llamada la "festividad de la libertad"- haciendo alegoría a la salida de Egipto y a la liberación del destino de esclavitud (por lo menos de esa esclavitud…pero eso es tema para otro post). Concordó con el tema de la liberación, no en términos de la liberación de un destino desgraciado, sino en términos de la liberación del sufrimiento que implica el saber que me espera un destino desgraciado.

El artículo refleja el momento en que una persona, un ser vivo, consciente, se ve ante el colapso de la civilización que creó y del planeta, pero que a pesar de ser un activista en la protección del medio ambiente, ya no intenta cambiar la cultura o las estructuras sociales y económicas que lo llevó al borde del colapso - con el fin de salvar la casa y salvarse a el mismo - sino que decide dar un paso atrás y vivir el plazo que aún le queda con la mayor dignidad de la que sea capaz. Esto, como si hubiera una línea clara, una visible frontera, un límite que dividiría una zona que llamaremos "zona donde la acción todavía influye" de otra llamada "zona donde la acción ya no afecta", y como si nosotros ya hubiéramos cruzado este límite.


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"Qué podemos hacer para evitarlo?" Esta fue uno de los comentarios que despertó el post: "Capitalismo si es una mala palabra". Por supuesto que no tengo la respuesta definitiva, pero seguro que la desesperación, la renuncia y el rendirse no deberían de ser opciones a tomar en cuenta. Sin el deseo de cambio que nos produce la quiebra del sistema capitalista, que nos quedaría?

El artículo de "Haaretz" describe un cambio de mentalidad en los ambientalistas que examina. Un cambio en la manera de pensar, una mutación desde un "hay que accionar y hacer para conseguir el cambio" a un "Hay que contener el fracaso". En realidad se trata de renunciar, sin usar la palabra renunciar.

No me parece posible identificar una línea divisoria clara entre el Modo 1 –"Usted todavía puede cambiar", y el modo 2 – "Ya está perdido, fracaso en puerta". Y si es que hay una línea así, voy a optar por pensar que no la hemos cruzado todavía.

Pero ¿Qué se consideraría victoria y qué se consideraría fracaso? Cuáles serían las métricas por las cuales lideraríamos el proceso de crecimiento de otro sistema económico? Hablo de un cambio a un sistema más humano, a una economía que se adapte a los seres humanos y al medio ambiente. Una economía libre del mito del progreso, libre del mito de la separación entre el hombre y la naturaleza y libre del mito del humanismo – humanismo como fuerza que declara el centralismo de la persona humana y al humano como único punto de referencia -. Cuando sabremos hemos conseguido nuestros objetivos? Que vara mide eso?

Por ejemplo, pregunto yo: el establecimiento de una nueva cooperativa ¨Haagala" en otra ciudad más, que incluiría 200 miembros, se podría considerar como una victoria? Es el desmembramiento de la industria de la carne - como lo conocemos hoy en día, una industria inimaginablemente cruel hacia los animales - considerado la victoria? ¿Las dos cosas están conectadas a la misma revolución? Es que el logro de uno de los dos objetivos antes citados no tendría sentido sin el logro del otro objetivo?

Creo que he mencionado dos ejemplos que se encuentran íntimamente relacionados. Las dos metas presentan la búsqueda de una alternativa más competente, la búsqueda de un sistema económico más natural ante el colapso capitalista. Una búsqueda rápida en la red mostrará fácilmente mil ejemplos de búsquedas de alternativas. Por ejemplo haga clic aquí.

Hay movimientos locales y globales que empujan hacia la misma dirección, así sean o no consientes ello.  Todos estos movimientos presentan un mismo deseo, el deseo de cambio. Al parecer, el sistema existente sabe despertar el deseo. Es un  fenómeno que podríamos llamar: "Un Capitalismo llamado Deseo".

Creo que es el momento de saltar la primera valla, de cruzar el primero de los obstáculos, que es romper el pensamiento hegemónico que nos dicta que no hay alternativa al capitalismo. Estamos frente a la necesidad imperiosa de cuestionar la realidad, de dejar ir a esa arraigada plantilla de pensamiento que dice que "Lo que fue es lo que será." Debemos cuestionar la idea de que el sistema capitalista existente puede ser la base de una sociedad moral y de un sistema auto sustentable. Nada más lejos de la realidad, este es un sistema en el que pocas personas están ganando beneficios a expensas de la mayoría, basado en la hiperproducciòn de necesidades y de productos causando la destrucción de la propia casa, pocas personas están ganando a expensas de la utilización excesiva y global de los recursos y también a costa de la utilización de organismos vivos.

Ya es hora de que la búsqueda de alternativa se convierta en Mainstream, ya es hora de una observación macro y a largo plazo de lo que está sucediendo. Es el momento de unir las fuerzas prácticas e intelectuales. Es hora de que cada uno de los individuos que forman parte de la sociedad reconozca las muchas maneras en que el sistema afecta a nuestra vida privada, a nuestra actitud hacia la familia. Es hora de ver con claridad como los valores y los comportamientos asociados al sistema afectan cada capa de nuestra existencia.

Porque yo no quiero - todavía - abrir la posibilidad de fracaso. Yo quiero ver un cambio verdadero que comience durante el lapso mi vida.

Creo que hay una necesidad de establecer parámetros, de aprender de los éxitos y de convocar a las mentes a pensar.



Estoy aquí llamando a este reto. Grandes ideas no me faltan y, probablemente, no les falten a ustedes tampoco. ¿Quién se adhiere al capitalismo llamado deseo?




lunes, 14 de abril de 2014

Capitalismo sí es una mala palabra



Una inocente conversación en el coche con mi marido camino a casa de cenar con amigos, me sacudió y me recordó una vez más a Okinawa. Ah, Okinawa. Mi marido me dijo  "Tenes que relajarte, no se puede estar todo el tiempo queriendo ser productiva".

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La desvanesencia del sujeto
Yo, que me resisto al sistema económico en el que vivimos. Yo, que con demasiada frecuencia me siento atrapada, verdaderamente en la cárcel, porque me veo obligada a vivir en este sistema híper consumista. Yo, que sufro y no soporto el acoso competitivo, y que me disgustan las implicaciones del concepto "máximas ganancias". Yo, que estoy harta de la  "productividad" y de "la carrera por juntar propiedad". Yo, que me enferma que esos valores se hayan convertido en supremos, soné como si esos mismísimos valores fueran míos, personales y propios.
No tengo ninguna explicación, salvo que me encuentro bajo el efecto aplastante de la estructura social en la que vivo, a pesar de mi pensamiento crítico y de mi resistencia consciente. El sujeto no es subjetivo.

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La desviación Social (o perversión): violación de la norma cultural o moral.
En esa cena con amigos vimos la película "El lobo de Wall Street." Horrible película, en mi opinión. Entiendo, que aparentemente, la horrenda y repelente atmósfera que aparece en la película es solo un intento cinematográfico de reflejar los horrores del capitalismo, pero no deja de ser horrible. Conductas que  fácilmente  pueden etiquetarse como desviación o perversión social - o absoluta perversión - se incluyen dentro de la norma social a largo plazo, en la sociedad capitalista que hemos sido capaces de crear.
En una sociedad donde los valores del dinero y del individualismo son valores sagrados, que se han convertido en fines culturales deseables, la búsqueda de dinero y de propiedad justifica todos los medios. El medio no cuenta, siempre y cuando que se logre el objetivo y se logre el fin. De esta forma, la desviación (o la perversión), no es realmente una desviación.
Recordemos que el término "desviación" es relativo, no se trata de una desviación "absoluta". El término siempre es relativo al lugar, al tiempo, al status, y al resultado. Por ejemplo, dos personas pueden hacer lo mismo, pero en una el hecho será considerado desviación y en la otra no, dependiendo del status de la persona.

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La norma social
La manera en que se supone que se debe conseguir el objetivo social (el fin cultural o el valor deseado),  la forma de actuar que la sociedad resalta como aceptable, es "norma social". En una sociedad equilibrada, la norma, es decir la forma legítima de actuar, sería tan resaltada por la sociedad como el valor a conseguir. Pero, en una sociedad  desequilibrada, una que pone especial énfasis en lograr el objetivo, y no tanto en el camino para lograrlo, incluso si alguien llega de forma ilegítima a la meta, se le puede considerar como un hombre de honor.

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La olla a presión descontrolada
En una sociedad capitalista – como esta que hemos sido capaces de crear - el objetivo final es el éxito financiero. Sin éxito económico la persona vale menos. La sociedad presiona al individuo a alcanzar el éxito financiero, pero lo presiona menos por la legitimidad de la forma de hacerlo. La manera de actuar importa menos que el fin logrado o a lograr. Esta estructura desequilibrada actúa como una olla a presión que causa patrones de conducta desviada, pero que no se consideran como tales. De vez en cuando, con el fin de sentirnos bien con nosotros mismos, se elige a alguien para señalarlo como un criminal o un delincuente. Y es que es verdad, es un criminal - por favor, no me malinterpreten - pero es uno de muchos. Uno de entre muchos otros que no son considerados como tales, o que no nos importaba verlos o reconocerlos.

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La ilusión del tamiz
La existencia de movilidad social está cada vez más en duda. En un estudio realizado en el año 2012 ya se ha dicho:

"... La capacidad de la población israelí para mejorar su condición socio económica es bien baja.  Es razonable suponer que el individuo pueda llegar a ascender un solo y único escalón en la escala socio económica.  No solo existe la desigualdad, sino que también es fija. Toda sociedad capitalista fomenta la esperanza de ascender en la escala social y económica, ya sea esta esperanza algo que pueda hacerse realidad, algo  verdadero, o algo falso, es decir una esperanza creada desde un principio para conseguir que trabajadores y clase media produzcan y se esfuercen lo máximo posible.  De una u otra forma, la capacidad de movilidad social es lo que distingue a una sociedad socio económicamente sana de otra basada en clases o en castas. Sin la esperanza de concretar la movilidad social, que nos queda?..."

Fuente: http://www.calcalist.co.il/local/articles/0 , 7340 , L- 3575380 , 00.html
*El estudio se realizo en Israel, pero bien puede aplicarse a toda la sociedad occidental desarrollada.

Algunas pocas "personas exitosas" logran subir en la escala social y económica. Este hecho sólo refuerza la maravillosa ilusión del tamiz del capitalismo. El mensaje que se transmite es: usted  sólo tiene que pasar a través del filtro. Usted sabe que los agujeros del filtro son lo suficientemente grandes como para hacerlo, siempre y cuando trabaje lo suficientemente duro y se esfuerce lo suficiente. Y para demostrarlo, hay quien tiene éxito!

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La hegemonía
La realidad que todo lo abarca. La internalización de la ideología. La realidad que esta sobre todo. La ideología les habla a los ciudadanos y crea legitimidad. Así como la aceptación ideológica sea más amplia, así la ideología tendrá más legitimidad.
Y una noche, camino a casa, me encuentro hablando con mi marido de la importancia de la productividad, de la necesidad de ser productivo y de la importancia del logro económico.
La clase económica dominante, la capitalista "al mango", se las arregla para convencer a la población de su ideología. La legitimidad es casi completa. La hegemonía es difícil de romper. La realidad es obvia.
A veces parece como si el ciudadano no fuera más que una "herramienta" para servir a la economía. Como si la "economía" fuera la principal entidad que vive en el planeta tierra, y la raza humana sea, básicamente, su recurso.
Una vara de medición muy usada para medir prosperidad en una sociedad es el "crecimiento económico". Es decir, el desarrollo de la entidad antes dicha. Al medir el crecimiento económico no se toma en cuenta el bienestar de los ciudadanos, la igualdad o la desigualdad, la distribución de la ganancia, no juega ningún papel la eficiencia del sistema de salud o las condiciones de vida...Todo bien, siempre y cuando haya crecimiento económico, siempre que la entidad crezca y engorde. No importa a costo de que o a cuenta de quién. Los criterios para medir el crecimiento económico son problemáticos.  El crecimiento económico es, resumiendo, un aumento de producto bruto interno.

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El crecimiento aumentó, junto con la desigualdad
El crecimiento económico refleja una economía sana, que crece y se desarrolla. Así diría cualquier economista silvestre al que usted le pregunte. Esto debería ser bueno para el  ciudadano. Entonces, ¿cómo es que el ciudadano se hunde cada vez más?
Hace falta desafiar la premisa básica que dice que el crecimiento traerá beneficio a los ciudadanos. Actualmente, el crecimiento aumenta junto con la desigualdad. El crecimiento actualmente beneficia a un puñado de personas, a un puñado de familias y de magnates. Aunque los índices de crecimiento son lo suficientemente grandes como para que el sistema sea considerado "un sistema económico fuerte", la gran mayoría de ciudadanos trabajan más duro y no dejan de hundirse más. Los magnates pueden producir  cantidades lo suficientemente grandes como para que se muestre un buen crecimiento, un buen PBI, pero el bienestar no se filtra. El bienestar queda en pocas manos.
Esto suena muy, pero muy mal.

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La grieta
Abertura, ranura, fisura, agujero.
Está creciendo una "nueva economía". Se trata de una economía que crece desde abajo, desde una pequeña ranura que el sistema económico capitalista olvido sellar. Quizás el sistema se considero a si mismo demasiado poderoso e invencible. Así es la hegemonía.
La revolución crece a partir de un nuevo y básico entendimiento, cada vez mayor, del ciudadano con respecto al "poder" que posee. La revolución se apoya en la red global a la que estamos conectados a través del pequeño ratón y la pantalla. En la información y la tecnología.  Hoy en día, a veces es difícil distinguir quién es el promotor (o el publicista), quién el comercializador, quién el consumidor y quién el productor.  El "simple" y "pequeño" ciudadano puede ser las cuatro cosas a la vez.
El hecho de que la revolución viene desde "abajo" nos indica que está siendo adaptada al ciudadano y que responde a sus necesidades, en realidad nació para servir al ciudadano, al contrario del capitalismo animal.
Así se fisura y se quiebra de apoco el monopolio de las grandes empresas. Crece un nuevo, un novedoso y renovado cooperativismo. La nueva economía es liderada por la sencillez, la cooperación y la humanidad. Y requiere creatividad y actitud proactiva.
Estamos siendo testigos de la creación de nuevas reglas de juego que van a cambiar la historia. La cooperación y la participación ponen en desafío al viejo sistema y ayudan a descomponer las viejas relaciones de poder.


¿Que será en 10 años? Y en 100 años? Es más que intrigante saberlo.

*les gusto el post o el blog? recomienden, compartan. Gracias!

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