En este rincón, de vez en cuando, iré tocando temas relacionados con
coaching y a veces ofreceré ejercicios de entrenamiento que pueden ser practicados
"en casa".
En un post anterior hablé acerca de las creencias y su influencia.
Hoy quiero presentarles un método práctico para superar las creencias que
bloquean. Este es un ejercicio que a veces hago con participantes de los
talleres que dirijo. Este ejercicio de entrenamiento se puede realizar en
cualquier situación en la que se presente la necesidad.
Pregunto: ¿Por qué, por lo general, no solemos discutir con nuestras
creencias limitantes, con aquellas que nos bloquean?
Puede ser la que la razón principal de la aceptación casi ciega de
estas creencias sea verdaderamente una especie de ceguera. Una situación en la
que no somos conscientes de nuestras creencias limitantes. Para lograr expandir
la toma de conciencia, te recomiendo que hagas una lista detallada de todas tus
creencias e identifiques cuales son las limitantes.
Como introducción al ejercicio del día, tomemos una situación
hipotética, por ejemplo: alguien nos dice que no somos lo suficientemente buenos
como para hacer alguna cosa \ ejercer en un área \ para un determinado tema, que
no podemos hacerlo o hacerlo de manera adecuada, que nunca tendremos éxito en algún
campo \ en hacer algo \ en conseguir algo \ en llegar a estar donde queremos
estar, que tenemos muy poco talento como para conseguir algún objetivo, que sin
duda fallaremos en X o en Z ....y así sucesivamente ... Es probable que la
persona promedio, al oír estas afirmaciones, al menos se sienta algo incómoda y
que presente alguna oposición. Habrá aquellas que discutan con su interlocutor ante
las observaciones dichas, apelando que son incorrectas. Habrá quienes callen y no
busquen discutir, pero sientan cierto malestar y desacuerdo. Pero... qué sucede
cuando declaraciones similares provienen de nosotros mismos, de nuestros
propios pensamientos? Casi seguro que se
asienten sin resistencia y estaremos de acuerdo con ellas de forma casi
automática. Después de todo, ¿quién me conoce a mi mejor que yo misma? yo mismo
soy el que me digo: "incompetente". Entonces, ¿quién soy yo para
discutir, no?
Pero quien dijo que yo no puedo discutir conmigo?
Podemos acostumbrarnos a identificar la creencia limitadora, a discutir
con ella y a obtener resultados "extraordinarios". Es decir, resultados
que no son los ordinarios, que no los que estamos acostumbrados a recibir.
Ejercicio Modelo "E. A. S. B."
(He basado este ejercicio en el trabajo de Martin Seligman) Discusión con las creencias limitadoras.
Las creencias limitantes justifican que discutamos con ellas. Toma distancia
contigo mismo y de las explicaciones pesimistas durante el período de tiempo
apropiado para la verificación de la exactitud de la creencia.
Cuatro maneras de concretar la discusión:
1. Evidencia:
la forma más convincente para discutir con la creencia negativa está en demostrar objetivamente que es errónea. En muchos casos, los hechos van a estar a tu lado. Tendrás pruebas de que la creencia no es tan cierta como pensabas. Pregúntate a ti mismo: ¿Cuál es la evidencia para esta creencia? Por ejemplo, si tienes la certeza de que destruiste tu oportunidad para crear relaciones significativas con personas clave, personas importantes con las cuales quieres unir lazos en aquel congreso al que concurriste, porque se te olvidó traer tus tarjetas de visita. Puede ser de repente suceda que te conviertas en estresado y que te cueste enfocarte en crear conversaciones sustantivas que crean lazo. En lugar de eso, estés enfocado en el momento de intercambiar tarjetas de visita, ya que de hecho tú no las tienes, puede que te concentres en la impresión que esta situación pueda causar. Aquí, estás dañando la capacidad de crear la relación que querías, pero no porque no tienes una tarjeta de visita, sino debido a la focalización en la creencia que te limita. La creencia seria: "Sin mis tarjetas no podre trazar las relaciones que quisiera y causaré una impresión poco profesional".
Para y busca evidencia de la veracidad de la creencia. Es improbable que encuentres evidencias, pruebas concretas de su veracidad.
2. Alternativas:
casi ninguna
de las cosas que ocurren tienen sólo un factor determinante, una única razón.
Si no pudiste hacer contacto como esperabas con una persona específica en aquel
congreso, puede que esto tenga una serie de razones, no sólo una. Por ejemplo,
no tuviste éxito en desarrollar una conversación sustantiva, puede haber sido que
no hubo ninguna una oportunidad real de hacerlo, puede que esta persona no era
realmente accesible, puede que tampoco los demás tuvieran éxito. Existen muchas
razones para cualquier situación dada. No hay justificación para pegarse a la
peor razón. Pregúntate si no existe una manera menos destructiva y más amplia
de ver las cosas. Analiza todos los factores y concéntrate en los que pueden
ser cambiados.
3. Significado:
en el caso de que la creencia negativa sea
correcta (o sea que no cedió ante el primer paso de búsqueda de
"pruebas" de su veracidad. Es decir, hemos
encontrado pruebas de su veracidad) entonces se utiliza la técnica de "De-catastroficar"
(una técnica que da paso a invalidar la "catástrofe") Por ejemplo:
"Después de buscar pruebas, resultó que sí. Es cierto. Que me dieron la
peor puntuación en el examen más importante del curso, tengo la peor nota entre
todos los estudiantes", pero ¿qué significa eso? Te debes preguntar ¿qué
tan probable es el peor de los escenarios?
Por ejemplo: "¿Quiere esto decir que nadie estará dispuesto a tomarme
en ningún lugar de trabajo"? Debes regresar al primer paso, ¿cuáles son
las pruebas? Ahora te debes disponer a buscar las pruebas de la veracidad de
esta nueva creencia: "nadie estará dispuesto a darme trabajo". Trata
de encontrar evidencia de que la probabilidad de que nadie te va a tomar es
alta, altísima, probabilísima. Es probable que no encuentres ninguna evidencia.
4.
Beneficios:
Pregúntate a
ti mismo se la creencia a la cual te adhieres no es en realidad destructiva
para ti. A veces nos identificamos con una fe particular que nos causa dolor. La
creencia misma, en sí, nos puede causar dolor. Por ejemplo, la creencia de que
el mundo es un lugar injusto, o la creencia de que "soy un terrible
fracaso" si me desvío de la dieta que me he dispuesto a hacer.
Aplicación del ejercicio usando
el siguiente modelo:
Distress – Percátate del
aumento de alguna angustia. Sientes una sensación de tensión ante alguna situación?
Creencia – Pon atención en las creencias que surgen en tu mente de forma
automática cuando se presenta la adversidad o ante alguna angustia creciente.
Implicaciones - explora las
implicaciones de estas creencias.
Argumento – Administra un
debate interno con esa fe\esa creencia, pelea con ella y oponte.
Energía - un fenómeno
que se produce cuando se discute y se opone a la creencia limitadora con éxito.
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Gracias!! Me ejercitaré boxeando con mis creencias sobre mi capacidad para aprender idiomas!!!!
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